viernes, 5 de noviembre de 2010

Los primeros rayos de luz al amanecer

Al igual que el sol amanece cada día por el horizonte, variable según la situación geográfica en la que nos encontremos (ya sea mar, montaña, llanura...), la fuerza interior de cada uno aparece al albor de un nuevo día, encontrándose con más o menos inconvenientes. Como rayos de luz, esa fuerza se ve magnificada por nuestro estado interno, que depende, como al observar la salida del sol, de la situación en la que nos encontremos con respecto a nosotros; unas veces, el sol aparece cubierto de nubes, amenazantes y oscuras masas que avecinan tormenta, abriéndose paso a regañadientes mientras que de fondo suena una canción como Streets of Philadelphia, el Adagio en G Menor de Albinoni o cualquiera que podáis imaginar. Entonces podemos pensar en retroceder en el tiempo y volver a despertar en un lugar mejor, o en cambiar la emisora de radio. No es fácil, yo lo atestiguo. En mis indagaciones recientes acerca de la capacidad que tenemos los seres humanos para propiciar nuestros estados internos, tanto positiva como negativamente, me surge la idea de cuan potente es la representación que cada uno tenemos de nuestro mundo, ligada intrínsecamente a nuestras experiencias previas; cuanto más aferrados estamos a estas experiencias con mayor fuerza guían nuestras representaciones mentales y por ende nuestro estado interno.

Cambiemos de escenario. al abrir el ojo por la mañana, una luz brillante ilumina toda la habitación; percibimos su calor, su fuerza y su brillo, mientras poco a poco llena cada uno de los rincones de la estancia, cubriendo con intensidad cada objeto y magnificando su color y su apariencia. De fondo escuchamos una canción con ritmo, como Wake me up before you go go, Your love lifting me higher o bien The eye of the tiger, según gustos. El estado no es el mismo que el anterior, cambia sustancialmente. El horizonte parece mucho más apetecible así, y levantarse de la cama para vivir un nuevo día aún más. en el caso contrario, más vale quedarse en casa, ¿no es así? Parece lógico, aunque a veces no seamos dueños de cómo empezamos nuestro día. O por lo menos, eso es lo que creemos. Que podamos ver salir el sol cada mañana sin depender de la meteorología, está en nuestras manos. Ya estoy pensando en qué canción me pondré mañana al despertar, para hacer la prueba.

"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar" Antonio Machado.

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